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OBERÁ. Carolina Ramírez recorrió en la tarde del martes 7 el lugar donde hallaron el cadáver de su hijo, Josías Ezequiel Galeano (15), cuyo paradero se desconoció durante 34 días.

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Constatar por sus propios medios lo inverosímil que resulta la hipótesis de que un cuerpo en descomposición estuvo en el lugar por casi un mes, como determinó la autopsia, sin que nadie lo haya visto  a pesar de los intensos rastrillajes realizados por la Policía en la zona.

La chacra de Abranson, como se conoce al sitio exacto donde encontraron el cuerpo del chico, se ubica en el límite entre los barrios San Miguel, Prosol y Villa Stemberg.

Se trata de un sector habitado por tres familias, donde funciona una olería y existe una cancha de fútbol, por lo que continuamente hay personas transitando por el lugar. El camino principal está a escasos diez metros del bañado donde se halló el cadáver de Josías.

“Quería venir acá y ver donde estaba mi hijo, No tengo palabras, se me hace un nudo en la garganta. Sé que a él no lo voy a recuperar, pero no voy a parar hasta que todos los responsables paguen. Yo vi el cuerpo de mi hijo, y lo que le hicieron no fue obra de una sola persona. Tenía muchas heridas, incluso en las palmas de las manos, como que se defendió”, subrayó Carolina.

Además, se preguntó “cómo puede ser que haya estado acá, como dice la Policía, siendo que es un lugar donde vive gente y pasan todo el tiempo. Cómo nadie sintió olor. Los vecinos vieron a la Policía rastrillar por acá y cómo no encontraron nada antes. Por eso, cada día estoy más segura de que la Policía plantó el cuerpo de mi hijo acá”.

Mañana jueves 9 marcha por justicia

La madre del menor asesinado reiteró sus sospechas sobre el accionar policial, cuestión que a mediados de mayo explicitó en una denuncia ante la fiscal de Instrucción Dos, Myriam Silke, al tiempo que anticipó su intención de luchar hasta el total esclarecimiento del hecho.

“Tengo muchas dudas porque desde el primer momento hubo irregularidades. Identifiqué a mi hijo por tres tatuajes que tenía, pero también vi golpes. Estoy segura de que a mi hijo lo torturaron”, expresó conmovida hasta las lágrimas.

Ocurre que por los días transcurridos desde el homicidio varias partes del cadáver ya se hallaban esqueléticos y fue imposible determinar la causa del deceso. En tanto, se preservaron ciertas áreas rescatadas para estudios complementarios.

Por su parte, Ramírez insistió en la necesidad de llegar a la verdad a través de una segunda autopsia, instancia que será tramitada por organismos que asisten a los progenitores.

“Yo no confío en la Policía y ellos hicieron todo, desde la supuesta búsqueda hasta el levantamiento del cuerpo, siendo que yo denuncié que golpeaban a mi hijo y la justicia no me respaldó. Acá se tapan todos, por eso quiero peritos de Gendarmería u otra fuerza”, subrayó.

En tanto, anticipó que mañana volverán a congregarse en el Centro Cívico, desde las 19 hs.

“Primero marchamos para encontrar a Josías, pero lo encontramos muerto. Ahora vamos a marchar por justicia, para que se esclarezca todo y paguen todos los culpables”, concluyó la mamá de Josías.

(Fuente: Daniel Villamea)