Las hormigas y la falta de previsión ponen en estado terminal al laberinto de Montecarlo
El laberinto vegetal ubicado en el parque “Juan Vorstich” de la Ciudad de Montecarlo, que fue puesto en funcionamiento a principios de la década del 90, se encuentra en estado terminal y es prácticamente irrecuperable, según destacó a PORTAL MISIONES; Joaquín Rilo, quien es uno de los orquideófilos que se sumó como colaborador en la nueva comisión directiva de la Asociación Promotora de Turismo y Cultura, entidad propietaria del predio donde se encuentra el laberinto y se realiza año a año la Fiesta nacional de la Orquídea y Provincial de la Flor
Rilo, destacó a este medio entre otros aspectos que la situación del mismo es muy difícil y es casi imposible recuperar las pocas plantas que quedan; “además de las hormigas que es el principal problema, creció además mucha maleza y enredaderas que terminaron ahogando las plantas y en base a eso que estábamos viendo lo primero que hicimos fue contactarnos con la estación del INTA para que vean la situación y son los que saben del tema -resaltó- y vinieron tres técnicos de los cuales, dos de ellos son especialistas en hormigas y otra técnica especialista en el tema plantas”.
Uno de los aspectos que Rilo destacó es el análisis y conclusión de los primeros relevamientos que han realizado para tratar de recuperar el espacio que en otras épocas fue considerado como el Laberinto mas grande de Sudamérica, llegando a la conclusión que las hormigas en otros años, venían desde el monte comían y se retiraban y -destacó- era más fácil de controlar, hoy en día la situación es muy grave, ya que se han instalado hormigueros muy grandes en el centro del Laberinto y eso aceleró el deterioro del mismo”.
En la charla mantenida con este medio, el orquideófilo destacó que están evaluando distintas estrategias; “lo primero y antes que nada, lo que se está haciendo ahora es limpiar todo el laberinto despejarlo digamos de todas las malezas y pastizales como para poder detectar todas las bocas de hormigueros que hay y empezar a hacer un protocolo para combatir a las hormigas, eso -resaltó- es lo primero, porque si no se controla las hormigas, por más que cortemos las plantas y suponiendo que comiencen a rebrotar las hormigas enseguida lo van a comer, estamos evaluando si se pueden salvar, pero es muy difícil, buscamos alternativas de que hacer, incluso en charlas mantenidas con otros especialistas, estamos si se va a seguir con la misma especie de plantas e incluso en esa evaluación vemos otras posibilidades como puede ser la planta de té; que sabemos funciona bien en nuestra provincia y sería una planta apta para usarla ya que es muy resistente, pero sería muy apresurado avanzar porque si nomas en ello, ya que sea cual sea la decisión el punto principal es el control de las hormigas ya que pueden comer cualquier tipo de plantas”.
A modo de reflexión final, Rilo, destacó que “el trabajo será mucho, no se puede arriesgar un tiempo para poner de vuelta en funcionamiento el laberinto, es mucho lo que hay que hacer y hay que hacerlo bien, no se puede experimentar, por eso nos recostamos con los técnicos del INTA y estamos buscando opiniones de los que conocen, el laberinto se va a recuperar, pero llevará su tiempo”.
Barajar y dar de vuelta… Por Amilcar Beron (*) La situación del Laberinto vegetal ubicado en el parque Juan Vortisch de la Ciudad de Montecarlo, sede de la Fiesta Nacional de la Orquídea y Provincial de la Flor, es el detonante y consecuencia de gestiones que no estuvieron a la altura de cuidar uno de los principales patrimonios que tiene (o tenía) no solo la ciudad de Montecarlo, sino tambien la provincia de Misiones, y para corrobar eso basta solo con poner en el buscador de google la frase laberinto vegetal y aparece inmediatamente como uno de los principales atractivos con fotos que se alejan de la triste realidad que le toca vivir hoy al otrora famoso atractivo. Y sin ánimos de “cuestionar” esas gestiones que no supieron entender que el compromiso de hacer algo en instituciones que velan por patrimonios de las comunidades, es mucho más que lo “personal” por ocupar un espacio, también es respetar el compromiso asumido de preservar espacios que ante los ojos del mundo son únicos, es buscar el acompañamiento de todos y en ese “todos” entran los sectores que deben velar tambien por cuidar lo que se tiene y no sentarse a esperar que “otro” se haga cargo. El “Laberinto Vegetal más grande de Sudamérica”, era uno de esos patrimonios, que; lastimosamente la falta de apertura y la “mezcla" que se hace, donde se revuelve lo politico, lo institucional, lo popular, lleva a que ese espacio único a lo largo de los años siga siendo un lugar que el turista va a buscar “porque google, o las redes sociales, o el boca a boca sugirió”, se haya practicamente perdido. Pero no todo son pálidas, es bueno ver que hoy hay instituciones, personas, vecinos e incluso aportes privados y gubernamentales que han decidido ponerse nuevamente la “camiseta”, sin personalismos y con compromiso por recuperar ese patrimonio, recuperar el espacio donde esta el laberinto, volver a darle valor agregado a un espacio único que es no solo de Montecarlo, sino también de Misiones, es importante lo que está sucediendo, es importante hacer borrón y cuenta nueva, o como se dice en el truco; “barajar y dar de vuelta”, pero sin olvidar y aprender de los errores cometidos para no volver a cometerlos, para ello es importante el compromiso de las instituciones, del gobierno, de la gente y fundamentalmente entender que ese espacio es único y es importante lograr que haya un sentido de pertenencia para volver a ser el “laberinto mas grande de Sudamérica”.
(*) Director de Portal Misiones |
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