“Los chasquibúm y las estrellitas también pueden causar accidentes”
Así lo advirtió la especialista en quemados, Marina Valdés, “los chasquibúm tienen pólvora y las estrellitas chispas inflamables con la ropa”.
Los accidentes provocados por uso de la pirotecnia fueron en disminución en los últimos años en Misiones y, de hecho, por primera vez, no se registró ningún lesionado por pirotecnia en la recepción del 2021 y uno solo en la Navidad pasada: un niño de Oberá.
Con el propósito de sostener esta tendencia, el Ministerio de Salud Pública lanzó ayer la campaña por décimo segundo año consecutivo “Digamos No al uso de la pirotecnia” para prevenir quemaduras y pérdida de miembros.
Encabezado por el ministro de Salud Pública, Oscar Alarcón, y una mesa de médicos especializados en quemaduras, los profesionales alertaron sobre las lesiones permanentes que pueden dejar el uso de pirotecnia cuyo acceso a los niños generalmente está facilitado por un adulto.
“Como médica pediatra especialista en quemados mi consejo no es el uso responsable de pirotecnia sino directamente su no uso. Con los años fuimos viendo que no hay pirotecnia segura, siempre implican un riesgo más allá de los controles exhaustivos del Registro Nacional de Armas (RENAR)”, indicó Marina Valdés del Hospital de Pediatría.
Advirtió además que la mayoría de los daños causados por la pirotecnia “son permanentes”, como las amputaciones de miembros, pérdida visual, pérdida auditiva y quemaduras.
Niños, los más afectados
Según precisó la licenciada Karina Haransemchuk del Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga, “los niños son los principales secuelados, quedan con problemas en la vista, amputaciones y cicatrices que les van a quedar toda la vida. Por eso, es importante trabajar con los padres y la población en general para concientizar sobre la importancia del no uso de pirotecnia”.
Indicó que las fiestas pasadas, en el medio de un punto álgido de la pandemia, la gente celebró con menos pirotecnia y ello se vio reflejado en la drástica reducción de los accidentes. También impactó la prohibición municipal del uso de pirotecnia y el alto impacto sonoro.
Cuidado con los experimentos
Por su parte, el médico cirujano plástico Facundo Melgarejo, también instó al no uso de pirotecnia y remarcó que, aquellos que pese a las recomendaciones decidan hacerlo, “que sea una pirotecnia habilitada y que los niños no usen elementos de alto impacto o gran peligro sonoro porque también pueden generar daños auditivos. En todos los casos que un niño utilice pirotecnia debe hacerlo en presencia de un adulto que no haya consumido ningún tipo de bebida alcohólica”.
El profesional advirtió además de los peligros de realizar experimentos “como colocarla en botella o en la cintura”.
Más de la mitad de las lesiones por cohetes afectan las manos o brazos, el resto en el abdomen, tórax, cara, genitales y piernas.
Los que parecen inofensivos
No solo los cohetes de alto impacto son peligrosos, sino también los conocidos como pirotecnia para los más chicos: el chasquibúm y las estrellitas.
Al respecto, Valdés señaló que “las estrellitas disparan chispas que son altamente inflamables con la ropa y ya empezamos a ver accidentes con este tipo de pirotecnia en los días previos a la Navidad y Año Nuevo. Generalmente no engrosan las estadísticas porque suelen producir quemaduras secundarias cuando se quema la ropa”.
En cuanto al chasquibúm, otra pirotecnia considerada como inofensiva, “tiene pólvora, a veces guardan la cajita en el bolsillo y el frote de esa pólvora puede terminar en una pérdida de genitales. Todo lo que sea inflamable es peligroso”.
La médica señaló además que muchos accidentes se producen cuando los niños intentan volver a prender la pirotecnia que se les apagó. Explicó que “hay una gran diferencia entre lesionados adultos y niños. En el caso del adulto ya desarrolló su estructura corporal, mientras que el niño no por lo que una lesión en la mano puede llegar a ser invalidante”.
Ratificó la importancia del uso responsable de la pirotecnia, que esté autorizada, que sea manipulada o supervisada por adultos, puntualizó.
Seis últimos años en baja
Recibir las fiestas con cohetes, fuegos artificiales y globos con velas que vuelan hasta que se incendian y caen sin destino fijo es parte de las costumbres arraigadas. Los clásicos deportivos también son momentos en que más de uno prende cohetes. Pero la mejora de la seguridad de estos elementos por un lado como una mayor concientización acerca de sus peligros, permitieron que en los últimos seis años se redujeran los pacientes atendidos por lesiones ocasionadas por pirotecnia.
En 2016 se registraron 21 accidentes con pirotecnia en ambas fiestas, en 2017 se redujeron a 15, en 2018 a 9, en 2019 a 10 lesionados, en 2020 a 7 lesionados y en 2021 a solo uno.
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